¡Con un nombre así de lindo, simplemente tienes que cultivar este tipo de cactus! El cactus maní es un adorable cactus aglomerado con tallos que pueden curvarse hasta 10 pulgadas de largo.

¡Los tallos colgantes, delgados como un lápiz, hacen de este cactus un verdadero espectáculo a medida que madura! Es una epífita tropical, como las orquídeas, que se adapta bien a los cuidados en interior.

¿Cómo no amar a un cactus que lleva el apodo de uno de nuestros adornos campestres favoritos? Crecen especialmente bien en interiores, en una ventana soleada. También tiene flores que florecen de noche, aunque rara vez se encuentran en interiores.

¡El cactus saguaro, con forma de árbol, es originario únicamente del desierto de Sonora y puede vivir 200 años! Su tasa de crecimiento súper lenta (alrededor de una pulgada por año durante los primeros ocho años de su vida) la mantiene pequeña si se cultiva en interior.

¿Quién diría que un cactus podría ser encantador?

Los variados tallos se asemejan a las torretas de un castillo, lo que los convierte en el complemento perfecto para cualquier jardín caprichoso. Atención: crece muy lentamente.

Las “plumas” blancas de este cactus parecen esponjosas y suaves, pero ten cuidado: ¡las espinas más jóvenes y más cortas debajo de esa fachada de aspecto inofensivo son súper afiladas!

Su linda forma redondeada y sus flores dulcemente perfumadas que aparecen a finales del verano hacen que valga la pena cultivarla.

Puede que el nombre gracioso no sea el más halagador, ¡pero es un lindo cactus que es fácil de cultivar!

Puede desarrollar un anillo de flores de color rosa intenso desde finales del invierno hasta principios de la primavera.

El cactus de orejas de conejo es una opción popular por su linda forma. Esta planta no tiene espinas como un cactus tradicional, ¡pero eso no significa que sea tierna! Los gloquidios (mechones de espinas cortas y peludas que le dan una apariencia de lunares) aún pueden pincharte.

El cactus lunar es una adición popular a un jardín de suculentas gracias a su color brillante. La planta híbrida son en realidad dos tipos de cactus injertados juntos y su vida útil es corta en comparación con otros cactus.

El cactus de Pascua florece a principios de la primavera, pero incluso sin las flores brillantes, los segmentos verdes la convierten en una planta atractiva durante todo el año. Al igual que otros cactus navideños, el cactus de Pascua prefiere la luz brillante pero no la luz solar directa, que quemará sus hojas, que técnicamente son tallos aplanados.

El cactus Ladyfinger es una dulce adición a un jardín de suculentas. Este pequeño cactus tiene grupos de tallos cilíndricos y espinas amarillentas que le dan una apariencia dorada general.

¡El nombre claramente poco atractivo no es realmente justo para esta planta! El cactus cola de rata tiene tallos largos y bonitas flores rosadas, por lo que es una adición divertida a cualquier colección de cactus.

Este cactus con forma de bola cuenta con vistosas flores, que pueden ser amarillas, rojas, naranjas o rosadas, según la especie. Este tipo de cactus prefiere un poco de sombra por la tarde, especialmente si se cultiva al aire libre.